viernes, 22 de enero de 2010

Haití

No resulta fácil hablar de Haití sin sentir pinchazos en el corazón, lo cual me recuerda esa imagen infantil del Vudú (religión de más de 40 millones de personas en todo el mundo) que todos tenemos y a la que probablemente hemos recurrido en alguna ocasión.
Y si asocio ese recuerdo a la infancia, también el arte haitiano se ha asociado a una cierta ingenuidad, espontaneidad, al autodidactismo de los artistas, a los colores brillantes y contrastados, y la perspectiva acientífica captada por intuición: ARTE NAÏF

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